lunes, 8 de septiembre de 2008

EL ADVENIMIENTO DE LOS MEDIOS INTERACTIVOS ARLINDO MACHADO


¿Por qué de repente una utilización superlativa de la computadora en la producción intelectual? ¿Qué elementos diferenciales de las herramientas y de los soportes digitales pueden ofrecer a la imaginación creadora, al espíritu investigativo y a la indagación estética que se operan en nuestro tiempo?
Para responder a cuestiones de esta naturaleza, necesitamos, en primer lugar entender el modo de operación de los sistemas digitales. Las memorias de acceso aleatorio de las computadoras ya sea como dispositivos de almacenamiento no lineales (diskettes, disco rígido, CDRom) posibilitan una recuperación interactiva de los datos almacenados. Con los más recientes formatos de almacenamiento de las informaciones computacionales, el receptor puede entrar en el dispositivo textual a partir de cualquier punto, seguir cualquier dirección y retornar a cualquier punto ya recorrido.
El tratamiento digital del film tiene posibilidades de intervención sobre las secuencias de sonidos e imagenes. Esto favorece el arte de la combinación, en el que en lugar de una obra terminada se tienen sólo sus elementos y sus leyes de cambio. La obra ahora se realiza exclusivamente en el acto de lectura y en cada uno de estos actos ella asume una forma diferente.
Veamos los ejemplos de hipertexto e hipermedia.
Todo texto, desde la invención de la escritura hasta los sintagmas audiovisuales practicados en el cine clásico fue pensado y practicado como un dispositivo lineal, como sucesión rectilínea de caracteres o de elementos audiovisuales, apoyados en un soporte plano. Las excepciones son raras: acrósticos, palíndromos, anagramas, poesía visual y concreta. La idea básica de los hipermedia es aprovechar la arquitectura no lineal de las memorias de la computadora, para viabilizar obras tridimensionales dotadas de una estructura dinámica que las vuelva manipulables interactivamente.
El hipertexto es un texto que ya trae dentro de sí varias posibilidades de lectura y frente al cual se puede elegir entre varias alternativas de actualización. La manera más usual de visualizar esa escritura múltiple es a través de ventanas paralelas que se pueden ir abriendo siempre que sea necesario, y a través de links o eslabones que unen determinadas palabras-llaves de un texto a otros textos disponibles en la memoria. El proceso de lectura es designado navegación. La escritura, confundida con la lectura, tenderá a tornarse colectiva y anónima. La separación entre autor y lector no es absoluta, pudiendo revertirse en cualquier momento, ya que tanto el hipertexto como los hipermedia son esencialmente sistemas interactivos.
En verdad, el hipertexto parece hacerse eco de la hipótesis mallarmiana del livre, un libro integral, un libro múltiple que contuviese potencialmente todos los libros posibles, o tal vez una máquina poética que hiciese proliferar poemas innumerables, o un generador de textos, en el cual las palabras, frases, imágenes, sonidos, pudiesen emerger, aglutinarse, combinarse para después deshacerse en busca de nuevas combinaciones. Ese libro -livre de Mallarmé- jamás pudo ser concluido (pero a un libro de esos, le cabe la idea de completud?) . Ya no se trata solamente de una obra abierta o polisémica sino de una obra verdaderamente potencial, un libro donde los poemas estarían en estado latente.
Mallarmé no tenía los medios de realizarlo en el siglo XIX. Lo máximo que pudo hacer fue su boceto, en la forma de un inaugural Una partida de dados. Las máquinas contemporáneas parecen destinadas a realizar y difundir ampliamente el proyecto constructivo de las vanguardias históricas, ese sueño de poder concretizar un día la representación del movimiento, de lo virtual, de lo simultáneo, de lo instantáneo y de lo eternamente mutante. Cuando un usuario moderno se coloca frente a la pantalla de una computadora está en cierto sentido materializando (pero también banalizando) el sueño mallarmiano de una escritura en continua expansión y en permanente metamorfosis.
Es que la estructura del hipertexto apunta hacia alguna cosa más profunda que se relaciona con la propia naturaleza de la escritura: una gran obra literaria, en verdad, nunca está terminada: los trabajos como los de Stendhal, Proust, Kafka, Joyce y tantos otros jamás fueron dados como terminados por sus autores. “El concepto de texto definitivo -decía Borges- no corresponde sino a la religión o al cansancio” Podemos decir que toda literatura plenamente realizada es una literatura potencial y toca a las generaciones sucesivas ir revelando esas potencialidades latentes que los propios contemporáneos de cada obra muchas veces no pudieron percibir.
Existe una tendencia nueva dentro del cine contemporáneo, que se ve evidenciada en el film “Smoking / no smoking”. (1993) de Alain Resnais. Este film recupera ciertos hábitos culturales inaugurados por los nuevos medios, tales como el zapping, el videogames y su horizonte remoto es un cine interactivo. Es una narrativa paradojal que se multiplica en posibilidades infinitas a partir de una situación inicial: Celi Teasdale, después de limpiar la casa, sale al jardin ¿fumará o no fumará? Si fuma las cosas ocurrirán de una manera sino fuma, de otra. A lo largo de todo el film, las situaciones se bifurcan, las acciones retroceden. Este film transforma aberraciones narrativas en sistemas coherentes.

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